El abogado y el procurador: dos figuras imprescindibles

En los casos de divorcios, es necesaria la intervención de dos profesionales:

 Abogado: es el encargado de representar y defender técnicamente los intereses de los clientes en un procedimiento judicial.

 Procurador: representa al cliente ante el Juzgado; todos los escritos que dicte el Juzgado referente a nuestro divorcio se le notificarán al procurador, trasladándolos éste a nuestro abogado.

 Aunque en algunos procedimientos no es obligada la intervención de abogado, en los procedimientos de familia es obligado que los cónyuges estén representados por un abogado y procurador.

En los casos de divorcio de común acuerdo, como los cónyuges defienden un interés común, pueden ir defendidos por un mismo abogado y procurador, reduciendo así los costes procesales.

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